sábado, 6 de abril de 2013

La ventana...

Aquí hay un cenicero lleno hasta el borde, una vida que se gasta con cada calada y una resaca que no quiere escaparse del cuerpo. Aquí hay un sueño gastado, uno que ya no sueña con soñarse y de la nada, como una mala broma, amenaza con hacerse realidad. Aquí hay una ciudad ajena que a veces da asco, una palabra que describe todo y que nunca es dicha, unas ganas de tirarse por esa ventana siempre abierta…



-¿Qué escribes?
- Lo primero que me salga de la cabeza…
- Me lees la última frase
- “Unas ganas de tirarme por la ventana siempre abierta”…


Aquí hay un vaso con el alma de un gin mal servido, un reloj que marca horas a las que huyo, un removedor de tequila, una tijera negra, un encendedor anaranjado... Aquí hay un caja de tachuelas niqueladas que solo sirven para fijar en la pared recuerdos de felicidades pasadas y una navaja suiza afilada. Aquí hay un teléfono con dependencia, una llave solitaria, una ventana amplia… y unas ganas de tirarse por ella…


- ¿Y sí te tiras?
- ¿Perdón?
- De la ventana…
- No lo he pensado realmente, sólo escribía todo lo que sale desordenado mi cabeza…
- Entonces, mejor la cierro…

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