lunes, 6 de septiembre de 2010

Vida 01

"¡El siguiente!", escuché y me acercó a la ventanilla. La de ella era una voz suave, amable, casi materna. Y es que no todo puede ser feo en eso de hacer colas y esperar turnos... Al menos, no todo cuando uno es novato en eso de vivir...

- ¿Nombre?
- Santiago.
- ¿Qué desea?
- Pues... Ahorita mismo no lo sé... Pero si me pregunta en un rato, le aseguro que quizás sea un helicoptero, una pelota o un libro...
- ¿Sabe que esta cola no es para hacer bromas?
- Pues, supongo que sí. La verdad, si me pregunta, no sé ni que hago aqui.
- ¿Y por qué vino?
- Yo no vine, me trajeron. No me preguntaron. Nadie me dijo nada. La verdad, aquí entre nos, un día desperté dando alaridos y me presentaron como hijo de tal...
- ¿Pero sabe qué desea?
- Sencillo: ¡Ser feliz!
- ¿Feliz? ¿Así a secas?
- ¿Le parece poco?... Pues también pongamos el helicoptero en la lista, ¿le parece?
- Mire, no tengo tiempo para estas cosas. ¿Ya se dio cuenta que hay mucha gente esperando en la cola?
- ... Pues, sip... Pero...
- Vaya al final de la cola... Ojalá que cuando regrese ya sepa que es lo que desea de esta vida.

... "¡El siguiente!", gritó. Y yo me fui al final de la cola. Sobre ella, había un cartelito que decía "vida" y yo pensaba que ahí estaban las respuestas... Caminé a paso lento, arrastrando los pies... "Puta, este camino va a ser largo".

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